LAS MUJERES DE GASTÓN EL CUARTO CUENTOS Y RELATOS CORTOS PARTE II
El Cuarto, Cuentos y Relatos Cortos
Parte II
Las Mujeres de Gastón
¿Quién es Gastón?
Gastón era un narcotraficante que se dedicaba a la venta de heroína. Fue detenido en una redada y tras cumplir condena, encontró trabajo en el Área del Campo del Gobierno de Tierra de Caciques. Cuando se encontraba trabajando, en el Gobierno de Tierra y en horario laboral, tuvo una pelea con otro narcotraficante y fue detenido junto con otro alijo de heroína.
Éstas situaciones no le hicieron perder su trabajo, sino, todo lo contrario. Con el tiempo, hubo cambios en el Gobierno de Tierra y Gastón fue ascendido y puesto al frente del Área del Cuarto. Desde allí, organizaba las tareas de las mujeres y llegó a tener cierto poder e impunidad en sus acciones.
Durante mi estancia en el Área del Cuarto, por mis experiencias allí vividas, he llegado a la conclusión de que la inserción o reinserción, como tal, no existen. Aunque había normativas aplicables al Área del Cuarto, en realidad ninguna se aplicaba. Todo se hacía de modo arbitrario y en favor del político de turno. Incluso el hecho de ofrecer contrato fijo, se hacía a dedo y sin que la persona contratada hubiese tenido mérito alguno para ello. Por esta razón, en aquel cuarto se daban las situaciones más soslayadas y a nadie le importaba si nos trataban bien o mal, si se hacían abusos de poder o se sobrepasaban con alguna trabajadora.
Parecía que nosotras no éramos nada, ni tan siquiera hacíamos tareas que fuesen valoradas. Ocurría todo lo contrario de lo que se espera de un lugar donde las personas van para hacer programas de inserción. Es decir, premiaban al más golf@, al más vag@, al más alcohólic@, al más drogadict@ y al/la mejor narcotraficante. ¿Por qué será?
Aquí Sofía, desde Tierra de Caciques, criticando las injusticias y haciendo uso de uno de los pocos derechos que me han dejado (Constitución Española de 1978 - Artículo 20)
¿Por dónde empiezo?
¿A qué mujer describo primero? La verdad, no sé por quién empezar. Lo único que teníamos en común es que, de un modo u otro, todas éramos excluidas sociales. Unas éramos pobres, sin más. Otras habían elegido el camino del narcotráfico y estaban allí por las consecuencias que ello implica. Había mujeres que salían de prisión y otras elegían o se veían obligadas a ejercer la prostitución como única alternativa. También había inmigrantes.
La reinserción no existe porque desde el Gobierno de Tierra, utilizan la supuesta solidaridad familiar para tener a la gente afincada en el mismo lugar. Dan una ayuda económica para una abuela, luego, otra ayuda económica para que la hija se haga cargo de cuidar de su madre y la nieta se queda en casa, sin vida propia porque debe ayudar en el cuidado de la abuela. Con vivienda de protección oficial y mil euros al mes, ésta familia sobrevive y no hace nada por evolucionar, además, con las tareas que tienen, ya es suficiente. La más joven de éstas tres mujeres, difícilmente se independizará. Con un poco de suerte, podrá llevar una vida sana y, sin suerte, caerá en la droga, el alcohol o en alguna que otra calamidad. Familias enteras se dedican al narcotráfico y aquí no pasa nada. Nunca pasa nada...
Somos pobres y nunca saldremos de pobres. El sistema está diseñado para la no evolución. Y, como tienen que insertarnos en el mercado laboral, nos envían a trabajar, donde nadie quiere ir, para hacer lo que nadie quiere hacer, con contratos temporales de seis meses de duración y no hay más. Bueno, sí, de cada grupo eligen a dedo a dos personas que se quedarán con contrato fijo. Ello depende de la afinidad que tengan con el político de turno o de que su perfil de mente simple encaje con el perfil a elegir por el político.
Empezaré por mi misma.
Gastón tuvo su mes de vacaciones. Para sustituirle, vino otro Encargado, llamado Quique, que era totalmente opuesto a Gastón. Es decir, hablaba con nosotras, no nos gritaba, no nos humillaba y se limitaba a distribuir las tareas del día a día.
Cuando Gastón se reincorporó, eché de menos a Quique. Le comenté a mi compañera que el otro encargado me gustaba más. Este comentario llegó a oídos de Gastón y cuando estaba en el cuarto, me dejó sola en el centro, mientras daba pasos a mi alrededor, pronunciando frases que terminaban con la palabra "Quique" y dio varias vueltas a mi alrededor hasta el extremo de hacerme sentir intimidada.
Hechos como este y similares se repetían en el día a día de nuestro trabajo. Dudo mucho que los de arriba no supieran lo que allí ocurría. Creo que no le importábamos a nadie, por esta razón, aquel trabajo era tan precario.
...CONTINUARÁ...
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